26.3.05

 

Marco Teórico

"Los efectos de los medios de comunicación son nuevos ambientes, tan imperceptibles como el agua para el pez, subliminales en su mayoría". Cualquier modificación en los medios de comunicación, extensiones artificiales de la existencia sensorial, produce perturbaciones en el sistema nervioso central, en los sentidos, que obliga a reestructurar los pensamientos y sentimientos, la forma de pensar y de actuar.

La Galaxia de Gutenberg: Antes de la invención del alfabeto - argumenta McLuhan -, el hombre primitivo vivía en una sociedad cerrada, en un espacio acústico ilimitado, donde el lenguaje era oral. Este mundo del sonido o de las tecnologías del oído, basado en la palabra hablada, mantenía al hombre tribal bajo un rico encadenamiento imaginativo, con su mente galvanizada a lo ancho y a lo largo de su repertorio sensorial. Era un mundo unido biológicamente - como la familia -, seguro, protegido y cierto; sin embargo, un día el hombre, animal fabricante de herramientas, inventó un alfabeto fonético, que lo obligó a depender de la vista a expensas de todos los demás sentidos y facultades. Entonces, las palabras dejaron de tener "resonancia multidimensional" y se transformaron en un código visual frío y neutral. La invención del alfabeto arrojó al hombre primitivo del paraíso de la cultura oral (el tribalismo) y lo trasladó al mundo visual y abierto de la conciencia especializada y dividida (la civilización):

"Solamente el alfabeto fonético hace un rompimiento entre el ojo y el oído, entre el significado semántico y el código visual; sólo la escritura fonética tiene el poder de trasladar al hombre de la esfera tribal a la de la civilización, para darle un ojo por un oído."

El instrumento fonético marcó la primera división decisiva entre el ojo y el oído, entre el significado semántico y el código visual, y obligó al hombre a intensificar la función de la vista, suprimiendo la operación de los otros sentidos. El significado se convirtió en la propiedad exclusiva de las palabras, disociado totalmente de la experiencia humana y al hacerlo, creó un cisma entre pensamiento y acción, entre consciente e inconsciente, entre cabeza y corazón, que dio origen al hombre dividido, esquizofrénico.

McLuhan consideraba a los nuevos medios de comunicación como una "galaxia eléctrica" capaz de sacudir la sensibilidad humana con la misma fuerza con que lo hizo la prensa de tipos móviles de Gutenberg.

La tesis fundamental de La Comprensión de los Medios es que las nuevas tecnologías van creando un peNetrante ambiente que nos satura con una serie de percepciones de las que no estamos enterados. McLuhan sostiene que estos ambientes son invisibles y que solamente a través del poder de las artes, para proveer un adiestramiento perceptivo, será factible describirlos y entenderlos. "El artista serio es la única persona capaz de afrontar impunemente la tecnología, sólo porque es un experto que se percata de los cambios de percepción de los sentidos". Es fundamental - argumentaba - entender los lenguajes de los nuevos medios y deja atrás la educación que ignora estos desarrollos. Parte de este aprendizaje consiste en entender que el ambiente es proceso y no contenedor; que las nuevas tecnologías, con sus postulados sobre la psique humana, perturban las relaciones sensoriales y alteran la forma de pensar y de actuar. El contenido de los medios electrónicos en este mundo procesal es la tecnología que le precede. Entonces, cada nueva tecnología crea un ambiente considerado corrupto y degradante en sí mismo, pero convierte al que le precedió en una forma de arte. De esta manera, los distintos niveles de desarrollo de una cultura ocurren como un proceso de envolvimiento progresivo de los medios existentes por los nuevos, los cuales entran a la ecología de las prácticas comunicativas no por destronamiento explícito del medio precedente, sino desde el fondo, funcionando más como campo (conciencia) que como figura (percepción).

En el empleo normal de la tecnología (o de su cuerpo diversamente prolongado), el hombre experimenta una perpetua modificación fisiológica y, a su vez, encuentra siempre nuevas maneras de modificar su tecnología.

El hombre se convierte, por así decirlo, en los órganos sexuales del mundo de la máquina, como la abeja del mundo de las plantas, permitiéndole fecundar y evolucionar hacia formas cada vez más nuevas. El mundo de la máquina corresponde al amor del hombre, atendiendo prontamente sus anhelos y deseos, es decir, proporcionándole riqueza."

Según McLuhan, el obstáculo principal para comprender con claridad los efectos de los nuevos medios es el háBito, profundamente arraigado, de observar todos los fenómenos desde un punto de vista fijo, como consecuencia de la tecnología de la imprenta. Para él, el artista es un creador antisocial de los antiambientes que aguzan nuestra percepción y nos permiten ver los ambientes tal como son realmente.

En Through the Vanishing Point McLuhan argumenta que la perspectiva renacentista del "punto de vista único" está relacionada estrechamente con el invento de Gutenbreg y, por tanto, es corresponsable de fomentar el individualismo con sus respectivas formas de actuar y de ver.

Para McLuhan, los espacios audible y táctil son inseparables y en el espacio creado por los sentidos, cada configuración de sentidos crea una forma de espacio única. A diferencia del espacio visual, el espacio acústico, siempre peNetrado por la tactilidad y por otros sentidos, es esférico, discontinuo, heterogéneo, resonante y dinámico. Durante cientos de miles de años - argumenta el profesor canadiense - la humanidad vivió sin una línea en la naturaleza; los objetos en este mundo resonaban unos con otros. Para el hombre primitivo, el mundo tenía múltiples centros y era reverberante y giroscópico. Al romper con el carácter uniforme y de uno-a-la-vez del alfabeto y la perspectiva renacentista, el hombre contemporáneo regresó a su morada natural: el espacio acústico. Este "nuevo" mundo de sentimientos táctiles sustituyó al viejo medio "caliente" y "no comprometido" de la capacidad para leer y escribir. Al concentrarse en el tacto, que concentra todos los sentidos de golpe, recrea - dice - al hombre completo, contra el hombre separado y fragmentado de la era de las letras.

La visión lingüístico - estructural de cualquier "figura", tecnología o artefacto (clisé) surge del "campo", así como de la estructura o estilo de conciencia (arquetipo) que aporta el modo de ver o los términos en los cuales se percibe una "figura". Para el profesor canadiense, las "figuras" surgen del "campo" y retroceden a él, que es configuracional y comprende al mismo tiempo todas las demás "figuras" disponibles. A su vez, cada nueva "figura" desplaza a las demás, haciéndolas volver al "campo".

Resulta inconcebible que en la era electrónica pueda haber un lugar central. A la velocidad de la luz ya no se vive en un espacio visual, sino en un espacio acústico, cuyo centro se halla en todas partes cuyos límites están en ninguna parte. El espacio visual es el viejo "Hardware" del ferrocarril, de la fábrica de los trabajos especializados, de la línea de ensamble; es un espacio analítico, racional, rígido, especializado, que a la velocidad de la luz se disuelve; no funciona.


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